-¿De profesión? Buena persona, gracias.
Publicado de Arjuna Lakshmana en Reiki · 4 Junio 2022
En el Centro Namasté cada mes organizamos un encuentro de practicantes de Reiki, personas interesadas en el tema y otras que vienen a recibir un par de sesiones. Es un buen lugar donde aprender mucho desde la experiencia de las personas que comentan sus vivencias, preguntan sus dudas y comparten opinión. En una de ellas, una persona que se estaba preparando para hacer su Maestría de Reiki me preguntó: ¿Cómo crees que debería prepararme para llegar lo más limpio posible al curso de Maestría, Arjuna? No me sorprendió, ya que suele ser habitual que quienes están a las puertas de tamaño curso, tengan dudas y ciertos miedos. Así que entre otros maestros de Reiki que había en el encuentro y yo mismo, hicimos una serie de sugerencias que, más o menos, recojo aquí: deberías repasar todos los temarios de Reiki, practicarte Reiki asiduamente, tener una buena alimentación, meditar, repasar los símbolos que hasta ahora sabia, etc.
Quise añadir algo más de mi propia cosecha y le mencioné que si lo que quería era llegar limpio al curso o quería mantenerse así después del curso. Más que nada porque para mí no tiene mucho sentido tener unos hábitos sanos solo por un periodo de tiempo. Me parece absurdo ser vegetariano el fin de semana y omnívoro durante el resto de la semana. Si decides no beber alcohol, me parece una buena opción y, si en alguna ocasión se tercia, que sea porque te apetece y no porque hay que brindar y con agua da mala suerte.
Me parece que lo mejor para ser un buen maestro de Reiki es ser buena persona. Diré más, para alcanzar la excelencia, ya sea como maestro de Reiki, pastelero, nadador o padre, se debe ser una buena persona. Si no eres buena persona, serás, como mucho, un buen profesional, quizás tengas premios y seas el vendedor con mayor cuota, pero no serás el mejor vendedor, porque no eres buena persona.
Se abrió debate en la Velada Consciente, como siempre. Y cada uno dijo lo que le pareció después de reflexionar unos momentos. Y surgió el planteamiento de que lo que para una persona puede ser bueno, para otra, podría ser lo contrario. Creo yo que no, porque una cosa es ser buena persona y otra es tomar provecho de las cosas. Cuando uno es buena persona, lo es con todos y con todo. La acción de una buena persona no puede dañar a nada ni nadie. Su beneficio no puede ser la pérdida de otra persona. Así que, ¿para qué ser un buen maestro de Reiki o un buen electricista si puedes ser mejor siendo buena persona? Al ser buena persona, tendrás la obligación de conocer que debes reparar en una instalación y la responsabilidad de hacerlo bien, el interés de seguir aprendiendo para dar un mejor servicio, etc. Y lo mismo se puede aplicar al periodista, al político, al profesor de yoga y al maestro de Reiki.
En mi humilde opinión, ser buena persona es la mejor preparación y logro que cualquier ser humano puede ofrecer al mundo.