-Me debes algo Ah, ¿si?

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-Me debes algo Ah, ¿si?

Centro Namaste, SL
Publicado de Arjuna Lakshmana en Pensamiento abstracto · 15 Febrero 2019
Lo que importa es que seas un deudor, que le debas algo. Para así tenerte, para así sentir seguridad. Al principio parece casual, como el que recoge un pañuelo del suelo que se te ha caído, como quien corre detrás de ti por haberte dejado el paraguas. Pero después viene la declaración de las cuentas anuales… te hace las cuentas de todo el beneficio que has obtenido y después, los impuestos. Sí, hay quien no hace favores, trabaja a cuenta. A cuenta de que le has firmado un cheque en blanco, pero no al portador, no. A su nombre y grabado a fuego en tu retina. 
Y se lo va a cobrar, vamos que se lo va a cobrar. ¿No oyes el rechinar del filo del cuchillo en la piedra? Es para tu yugular. Y pagarás intereses, sí. ¿Sabes cómo? Te hará sentir culpable, que le debes algo y no se atreve a pedirte, que mala persona fuiste, que te lo dio todo sin pedir nada a cambio ¿De veras?, ¿Y ahora qué es lo que está haciendo? Debería escribir WTF (what the fuck), pero seamos claros y hablemos en lengua que todos entiendan, que desde los lares donde escribo la cuestión de la lengua anda muy caliente (el comentario, aun pudiendo suscitar contenido sexual, no lo tiene) así que lo dejaremos en un PQC que viene a ser Pero Que Cojones… Y si te recogió un pañuelo, te pedirá que le hagas la colada y se la planches bien planchada. Que si te aconsejó pararle los pies a tu jefe, el pago será que le escuches por meses y meses lo mal que lo está viviendo con su pareja. Aunque no te haga ni puñetero caso de lo que le digas.
La cosa es que, por retomar el pañuelo, te has convertido en su paño de lágrimas. Y no te va a soltar. Es como una de esas enredaderas del Amazonas modificadas genéticamente y te tiene de los tobillos, las muñecas, el cuello y un par de raíces te mantienen los párpados bien abiertos para que ni pestañees mientras te habla.
Malditas amistades.



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